Hace un tiempo, me reí mucho cuando, con una amiga, conseguimos que en la oficina de DoubleYou se leyeran las palabras “Barry White”. Se trataba de una acción de esta agencia especializada en interactivos, que consistía en que mediante la web, tu podías dejar un mensaje que se leería en un panel digital situado en la oficina de la agencia, que podías ver en directo.
Sin embargo, por mucho que eso me sorprendiera gratamente en ese momento, no había visto nada, ingenua de mí… Y es que aún me quedaba un tiempecito para conocer de cerca algo relacionado con el mundo digital, que sí que realmente me dejaría con la boca abierta: la realidad aumentada.
En la última clase, como sabéis, Jordi Peris, de Eidola, vino a hablarnos sobre el tema. La verdad es que yo, aunque había oído hablar levemente del tema, no había visto nunca en directo nada relacionado con la realidad aumentada. Y la verdad es que al ver ejemplos de primera mano, no me decepcionó para nada, todo lo contrario. Primero vimos la flor y la abeja pasando por las caras de todos nosotros en la pantalla, después el coche… Pero sin duda el colofón final lo puso la transformación de dos de nuestros compañeros en transformers.
Me quedé sin palabras. No puedo hablar de nada más concreto aparte de lo que viene siendo mi reacción, porque aunque lo intentara, no conseguiría explicar el mecanismo mediante el cual esto es posible. Sólo sé que valía con situarse delante de la webcam, y un programa al detectar tu cara te colocaba una máscara de transformer, que se movía al ritmo de tus movimientos de cabeza…
Sin duda, lo que está claro, una vez más, es que cada vez son más y más innovadores los avances que se van produciendo en la red… Personalmente, desde que abrí este blog, he intentado abordar tanto lo negativo como lo positivo de internet. Pero, intentando realizar una visión global, creo que está claro que la balanza se decanta hacia lo positivo.
Internet significa apertura, oportunidades, variedad, acceso, conocimientos, transformación, progreso… Y, aunque es cierto que también puede aportar aspectos negativos tales como la adicción, la pérdida de la intimidad, etc., creo que en estos casos debemos ser nosotros, como seres capaces de decidir por nosotros mismos, quienes pongamos los límites dónde y cuándo queramos. Y es que yo puedo escoger no tener facebook, no colgar fotos que me comprometan cuando lo tenga, no dar información personal, no dar mis datos bancarios a ninguna página para evitar posibles fraudes, etc. Lo importante, para mí, es saber rechazar lo que no queremos pero poder contar con la libertad en todo momento de aprovechar las oportunidades que a raíz de la red van surgiendo. Y en este sentido, como futuros publicitarios, debemos estar muy agradecidos.
Nos han repetido mil veces que hay saturación, que al consumidor ya no se le puede hablar de forma unidireccional, que hay que hacerlo partícipe, etc. Y, ahora, gracias a la red, se nos están abriendo un sinfín de herramientas que de forma eficaz pueden permitir esto… Desde el advergaming hasta la realidad aumentada, pasando por otro montón de opciones que no tienen desperdicio.
Así que, como posible futura publicitaria (cruzo los dedos), sólo me queda decir: gracias, cabezas pesantes, programadores, ingenieros informáticos, etc. En definitiva, gracias a todos aquellos que muchas veces son tópicamente tachados de frikis… Creo que la publicidad os debe una.